Las mesas que se conformaron de acuerdo con el orden de llegada no son coincidencia. Muy temprano ya charlaban Amado Orihuela, Matías Nazario, Jorge Arizmendi, Esteban Gaona y Omar Guerra; en otra mesa atendía Nereo Bandera y más allá Nelson Torres Mondragón. Por supuesto, los asistentes estaban atentos a las miradas o gestos de los patrones.
Afuera, en sesión sobre Suburban, Julio Espín, Javier Mujica, Rufo Villegas se preparaban para el arribo. Previo a la llegada de Manuel Martínez Garrigós, llegó a los amarres y la protección Víctor Saucedo Perdomo, quien de inmediato fue abordado por el vocero/tesorero y en la misma mesa Fernando Martínez Cué, todavía del PRI.
Apenas hace seis años el mismo esquema se percibía entre los integrantes del Partido Acción Nacional; el mismo espacio era el centro de operaciones de quienes alcanzarían una diputación federal, las candidaturas y la conquista de las principales alcaldías y por supuesto curules estatales. Tres años más tarde la historia daría un gran revés: la derrota contundente del blanquiazul, que ahora permite que las esperanzas del tricolor resurjan.
Nos comenta un visitante: ésta es la ventaja de la posibilidad de la alternancia; todos quieren y saben que pueden. Por lo menos están ocupados –nos dice-- en lograr espacios en base a liderazgos, fortalezas, inteligencia, influencia y actuales cargos. Todo ello abona –reflexiona-- en mejores candidatos y en posibles gobernantes de mayor calidad.
Sin embargo, los que aquí vivimos, los que padecemos o gozamos de nuestros gobiernos tenemos otra percepción. Tal vez no esté alejada de la verdad la aseveración pero es inconcebible ver cómo los diputados sí tienen tiempo, hay puntualidad, les alcanza el dinero, debaten y consensan, pero por su futuro político. En el Congreso –ése puede esperar-- está por verse si habrá o no próxima sesión.
De traje, de sombrero, de camisa, de guayabera, de rojo –como si eso los hiciera más o empataran con alguna ideología-- ahí estaban reunidos. Los pocos comensales de lunes, aquellos privilegiados que pueden extender su fin de semana hasta el lunes a medio día por supuesto que se incomodaban ante la actividad política; pero es de reconocerse la labor del amigo Salvador Castañeda, quien ha logrado consolidar el hermoso espacio en desayunador, comedor y merendero político de lunes a domingo.
La mayoría de los legisladores estatales, con toda desfachatez, ocupan ya espacios espectaculares en las calles de sus respectivos municipios con el pretexto, no sancionado, de promover un informe de actividades. ¡Jajajajaja! Sí, en efecto, de informar sobre dos años de actividad parlamentaria.
La oportunidad es sensacional para que su figura vuelva a ser recordada y ubicada; y digo que es única la alternativa porque precisamente por ésos y ésas –“legisladores y legisladoras”-- no debemos volver a confiar y mucho menos regalar nuestro voto. Grábelos en su memoria; hoy están presentándose de tamaño irreal; más de 30 metros cuadrados ocupan espacios que nos pueden permitir mantenerlos en la memoria.
Todos a la par advierten: “Segundo Informe de Actividades”; el aderezo es la fotografía, la mayoría trabajada o manipulada para aparentar lo que no son –como si les hiciera falta--, y un mensaje o “slogan” que puede adivinarse, será mensaje de campaña de alcanzar una candidatura.
Son los tiempos de los priistas; ahí andan e intentarán conservarse. Un vaivén interesante pero que no depende exclusivamente de los actores políticos; sus candidaturas –nos queda claro-- son de ellos y no habrán de compartirlas. Nuestro voto, el sufragio es tras lo que andan, ése es nuestro, de nadie más.
Ante esta realidad, y en ello hemos sido insistentes, debemos por supuesto promover el voto, empujar para que quienes tengan la mayoría de edad y cuenten con los requisitos legales aprovechen esa prerrogativa pero razonada, motivada y en convencimiento pleno del país que queremos.
Por nuestra parte, rechazamos un México sumido en la violencia; nos oponemos a un país y en particular a un Estado estancado y víctima de un Poder Legislativo de baja ralea y corrupto por decir lo menos; le damos la espalda a actitudes antidemocráticas que ahora ponen en riesgo la conformación toda de una estructura partidista. En todos lados se cuecen habas, es verdad, pero no tenemos porque ser cómplices ni sumisos.