Puente de Ixtla.- Mediante técnicas especiales, se construirán casas de adobe en la comunidad indígena de Xoxocotla, para que sean resistentes a los sismos, tras los daños que dejó el terremoto del 19 de septiembre; a la par se busca reconstruir el territorio cultural, explicó Marco Antonio Tafolla Soriano, coordinador del Centro Cultural Yankuik Kuikamatilistli.
Tafolla Soriano comentó que desde hace ya tres semanas, a través del apoyo de fundaciones nacionales y extranjeras, colectivos y de estudiantes del Instituto de Energías Renovables (IER) de la UNAM y de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), así como las familias damnificadas y habitantes de este lugar, se ha iniciado el proyecto de la “reconstrucción del territorio cultural de Xoxocotla”, con el cual se busca la integración de la comunidad para la restablecimiento de las viviendas.
Explicó que el programa considera la reconstrucción como educación comunitaria que permite crear lazos y reconstruir relaciones intergeneracionales de participación y a partir de ahí el espacio físico. De esta forma no sólo se garantiza las técnicas de elaboración, sino también la familia participa en estos trabajos.
A través del apoyo de especialistas y técnicos de la UNAM y de la UAEM, han coordinado los trabajos e intercambiado los conocimientos con los pobladores para diseñar viviendas con base en adobe, métodos de bioconstrucción y ecotecnias, para que sean lo más sustentable posible.
Hasta el momento, tienen la meta de levantar 25 casas, las cuales serán edificadas ya sea con adobe o material convencional según decidan las familias que se inscribieron al programa.
“Con el apoyo de fundaciones que han donado material convencional, se ha comenzado con la construcción de seis casas, porque así lo requieren las familias de acuerdo con sus necesidades; dos más con adobe; en ambos casos se busca que su construcción sea resistente, sustentable y con ecotecnias”, dijo.
Las antiguas casas de las familias inscritas en el proyecto resultaron con daño total tras el sismo, por lo que fueron derribadas; sin embargo, pese a que el Fondo de Desastres Naturales (Fonden) registró su estatus así, este grupo de damnificado recibió la tarjeta para daño parcial, de 15 mil pesos, la cual no ha usado porque argumenta que las autoridades no les han dado la información precisa sobre cómo usar el apoyo económico.
Tafolla Soriano mencionó que en estos momentos se busca intensificar la producción de adobe, pues el objetivo es de 10 mil adobes para la construcción de dos casas que contarán con diseño bioclimático y ecotecnias, por lo que invita a la población a inscribirse en el programa para aprender a elaborar este material. Señaló que lo único que se pide a los beneficiarios es integrarse a las “faenas” y aclaró que el Centro Cultural ha trabajado únicamente con donativos en especie, en tanto que las fundaciones entregan los apoyos.
Respecto a la resistencia del adobe, ya que en diversos municipios las casas construidas con este material se derrumbaron, comentó que la afectación se derivó, en algunos casos, de la falta de mantenimiento de las viviendas o que incluso en muchas de ellas se construyó una segunda planta sin reforzar el adobe. “Desde el punto de vista científico es un material resistente, térmico, el mejor para la región, de manera tradicional quienes hemos vivido en casas construidas a base de adobe nos damos cuenta que tiene muchas bondades, además de que es accesible a la economía de las familias”, agregó.
Dejó claro que para la construcción de estas viviendas con adobe se ha garantizado la técnica del amarrado para crear muros y columnas resistentes, la calidad de la mezcla donde se ha combinado técnicas la tradicional y las que se han utilizado en lugares como Perú y Chile, donde ha habido terremotos devastadores.
Solidaridad con Xoxocotla
Cesar Chávez Álvarez, estudiante del IER de la UNAM, junto con más de cinco compañeros, ha visitado Xoxocotla desde hace dos meses y medio tras el sismo; desde ese momento se han incorporado al proyecto del Centro Cultural Yankuik Kuikamatilistli.
El objetivo, dijo, es hacer las casas 100 por ciento de adobe ya que son térmicas, cuentan con propiedades mecánicas al ser muy flexibles y aguantan en el momento de un sismo porque se trabaja con una sola unidad y en el caso del movimiento de la tierra baila, mientras que el concreto al ser muy rígido ante un sismo responde como un pan tostado, es decir, se quiebra.