A pesar de las malas ventas.
Jojutla.- Aunque la situación económica es difícil por la pandemia y apenas hace unas semanas pudo salir a trabajar, José Odilón Ibarra, de oficio globero, dice que prefiere “trabajar a robar”.
José fue de esas personas que por recomendaciones de las autoridades estuvo confinado en su domicilio y dejó de vender sus globos, por lo que tuvo que pedir prestado a amigos y familiares para poder sobrevivir.
De hecho, dijo que debe dinero.
Lleva 29 años vendiendo estos productos en Jojutla y comentó que hasta hace apenas unos días salió de nuevo a trabajar, pero el mercado está deprimido, la gente no tiene dinero y las ventas están muy bajas, incluso aseguró que se redujeron hasta en un 60 por ciento.
“Las ventas están muy mal, no hay dinero, está por los suelos; pero yo prefiero vender que robar para andar con la frente en alto. Yo quiero estar bien ante Dios y ante mi familia principalmente, y por eso ando vendiendo”, dijo.
Destacó que para volver a las calles tuvo que tomar un curso en línea acerca del covid-19 y consideró que es un curso que todos deberían tomar.
Sostuvo que el cubrebocas debe ser obligatorio para todos y lamentó que haya personas que lo desprecien, no lo usen o no crean en la enfermedad.
“Todos estamos expuestos a contagiarnos”, resaltó.
Odilón Ibarra mencionó que otro problema que ha enfrentado es el incremento en las materiales, e incluso, que no haya.
Aunque sus globos son para niños y podrían parecer productos no esenciales, aclaró que con el confinamiento, muchos niños están afectados psicológicamente por lo que para él, los globos sí son productos esenciales, pues los niños necesitan distraerse en estos momentos tan difíciles.
“Mucha gente cree que lo que necesitamos es alimento, pero no, no sólo de alimento vivimos. Si no estamos psicológicamente preparados para salir, no se puede salir a vender”, concluyó.