Dice dirigente cañero que se está “satanizando” al dulce como causante de la obesidad.
Zacatepec.- El nuevo etiquetado que por disposición de la secretaría de Salud contienen todos los alimentos procesados podría afectar el consumo de azúcar de caña, y en consecuencia, afectar a los productores de la vara dulce, cuando en realidad podría estarse refiriendo al jarabe de maíz, aseguró el dirigente de la unión local de productores de caña de azúcar de la Confederación Nacional de Productores Rurales (CNPR), Pedro Ocampo Álvarez.
Recientemente, los alimentos procesados comenzaron a aparecer con leyendas tales como “exceso de azúcares”, “exceso de calorías” o “exceso de grasas”, pero en el caso de los azúcares, no distingue de qué tipo son, apuntó.
“Hay que recordar que el jarabe de maíz, la alta fructuosa, no es azúcar, es un jarabe. El azúcar sí es natural, no te daña cuando se consume moderadamente. La gran mayoría de los refrescos no endulzan su producto con azúcar, sino con fructuosa”.
Aseguró que cuentan con un estudio con el que se construyó una gráfica, que confirma que en los últimos diez años, el consumo del azúcar va a la baja, pero el de la alta fructuosa va a la alza, y en la misma proporción, la obesidad en nuestro país.
“Se está satanizando el consumo de azúcar, cuando la realidad es que como mexicanos hemos dejado de hacer muchas cosas; como el ejercicio. Además, tenemos una dieta que, por trabajo o cultura, es diferente, tiene exceso de carbohidratos, de grasas y le echamos la culpa al azúcar. La realidad es que el azúcar, con moderación, no es dañina”.
Agregó que además, el etiquetado no dice si el “exceso de azúcares” con los que se marca un determinado producto, se refiere a azúcar de caña o a alta fructuosa, para que los consumidores puedan diferenciar qué quieren consumir.
“Los consumidores sabemos qué queremos, pero el etiquetado de determinado producto no dice si el azúcar que contiene es fructuosa, que se hace con maíz transgénico, o azúcar de caña. La fructuosa no es azúcar, es un endulzante; o todavía más allá, no dice si se trata de endulzantes artificiales, que son todavía más dañinos”.
Consideró que esta situación podría generar una disminución del consumo de azúcar, lo que podría impactar en la industria.