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Miguel Hidalgo y su maldición


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Miguel Hidalgo y su maldición
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Miguel Hidalgo y su maldición

Miguel Hidalgo y su maldición
Fotógraf@/ MÁXIMO CERDIO
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“En el peor lugar que a alguien se le hubiera ocurrido se mandó poner el monumento…”.

Zacatepec. La estatua de Miguel Hidalgo y Costilla localizada entre las avenidas Lázaro Cárdenas del Río y Escuadrón 201, en el centro de Zacatepec debe ser removida hacia un lugar digno. Por lo menos eso piden varios ciudadanos, entre ellos Luz María Coutiño Hidalgo y Costilla, nieta en sexto grado del cura Miguel Hidalgo y Costilla.

En entrevista, destacó la mujer la importancia del “Padre de la Patria” en la creación de lo que ahora conocemos como México y explicó que como parte de su historia, Zacatepec escogió en su momento darle el apellido “de Hidalgo” a su lugar, motivo que podría ser suficiente para mostrar orgullosamente a oriundos y visitantes a Don Miguel Hidalgo y Costilla como el personaje emblemático de su zócalo o plaza principal:

“Mi petición va encaminada a no perder la figura y legado de uno de los héroes más importantes de nuestra historia, dándole el respeto y reconocimiento que merece y que seguro puede servir de ejemplo para las nuevas generaciones, que ahora parecen ignorar la historia de su país. Es también indiscutible, que existen lugares que a través del tiempo cuentan con más de un emblema que los caracteriza y los llena de orgullo como es el caso de Zacatepec a través del futbol, sin embargo, como sucede en el extranjero, cada imagen es ubicada en las áreas aledañas al propósito del monumento, respetando con ello su espacio y su tiempo”.

El profesor Hugo Calderón (https://www.facebook.com/photo.php?fbid=10225639598358667&set=pb.1290203725.-2207520000..&type=3 ) fue muy oportuno el 8 de mayo de este año en sus comentarios en su muro de Facebook sobre la estatua, su ubicación y su condición:

“No es posible que ni siquiera se colocó una ofrenda floral en el monumento a Hidalgo, ubicada en el centro de Zacatepec, en este día que celebramos su natalicio (8 de mayo de 1753). Es evidente que las autoridades olvidaron esta fecha, no obstante que el municipio lleva orgullosamente el nombre de Zacatepec de Hidalgo. En fin, creo que para algunas personas es más importante andar en campaña, que recordar a nuestros héroes.”

Por si fuera poco, el año pasado el presidente de México Andrés Manuel López Obrador anunció que en 2021 se cumplirán 200 años de la consumación de la Independencia, y desde luego habrá festejos en donde se rendirán honores a quienes dieron la vida por nuestra libertad.

 

La estatua de la esquina

La escultura de Miguel Gregorio Antonio Ignacio Hidalgo y Costilla Gallaga Mandarte y Villaseñor, o Miguel Hidalgo o el Cura Hidalgo o Hidalgo, está sobre un triángulo parecido a un trozo de pizza.

Lo sitia un poste de cemento con una luminaria en lo alto, una lámina con la prohibición de dar vuelta a la izquierda, el semáforo y varios cables tejidos por una araña eléctrica imprecisa.

El monumento lleva en lo alto una entorcha en la mano derecha y en la izquierda unas cadenas rotas; éstas son la libertad, el fuego es el conocimiento, la luz que permite ver la libertad.

Tiene una base de 50 centímetros de altura y de allí se levanta en cuatro metros con cincuenta centímetros. De acuerdo con la ficha que aparece en la base, es obra de Estela Ubando y Carlos Kunte (se terminó en el año 2000).

A los funcionarios, principalmente de los pueblos con autoridades corruptas, no les gusta que el bronce presuma sus años y es casi una tradición que a las esculturas las manden pintar (con brocha gorda) de color oro, en vez de darle el mantenimiento que el metal merece, sobre todo éste, llamado también el “oro de los pobres”.

En el “peor lugar que alguien se le hubiera ocurrido, según vecinos del centro de Zacatepec, se mandó poner el monumento en septiembre de 2018.

Quien sabe con qué criterio, el ex presidente municipal Francisco Salinas Sánchez (o Pancho Pachangas, como se le conoció durante su administración por “amenizar” las fiestas populares en las que se presentaba y se alcoholizaba) sacó la escultura del patio interior del edificio sede de la presidencia municipal, donde permaneció arrumbada luego de que en la administración de Abdón Toledo Hernández fuera removida de su lugar de origen ubicado en el parque Hidalgo, debido a la remodelación del estadio Agustín “Coruco” Díaz, y la mandó instalar en donde ahora se ubica.

(Dos “fichitas”. Francisco Salinas, en la actualidad está sujeto a proceso penal acusado de quedarse con el dinero que destinado a construir varias obras públicas; a pesar de su mala fama y de estos procesos penales que enfrenta se postuló como candidato a la alcaldía de Zacatepec en las elecciones pasadas: perdió desde luego. En 2015 Toledo Hernández pidió licencia definitiva para contender con un cargo de elección popular y perdió. Regresó a la alcaldía, pero fue corrido por un grupo de ciudadanos acusado de ladrón.)

 

La maldición

Como dice Jorge Ibargüengoitia en “El lenguaje de las piedras”, en orden de monumentos Benito Juárez está en primerísimo lugar, el segundo le corresponde a Miguel Hidalgo.

El héroe epónimo de Zacatepec, iniciador del movimiento de independencia de México, nació en la Hacienda de Corralejo, en Pénjamo, hoy en el estado de Guanajuato, el 8 de mayo de 1753 y murió en Chihuahua, Chihuahua, el 30 de julio de 1811.

Los precedentes de su asesinato están bien documentados por los libros de historia:

A pocos días después de iniciado el movimiento de independencia, en septiembre de 1810, se promulgó el edicto de excomunión al padre Miguel Hidalgo y Costilla y a “sus secuaces”. El documento fue expedido por el obispo electo de Valladolid, Manuel Abad y Queipo de quien se dice, además, era amigo del cura. Se les acusaba por: “haber atentado a la persona y libertad del sacristán de Dolores, del cura de Chamacuero, y de varios religiosos del convento del Carmen de Celaya, prisionándolos y manteniéndolos arrestados. Los declaro excomulgados vitandos, prohibiendo, como prohíbo, el que ninguno les dé socorro, auxilio y favor, bajo la pena de excomunión mayor, ipso facto incurrenda…”.

Al año siguiente, el 27 de julio de 1811, en Chihuahua. Se le dictó sentencia y el proceso inició dos días después.

El 30 de julio de 1811, el cura Hidalgo fue fusilado; su cabeza, junto a la de Ignacio Allende, Juan Aldama y Mariano Jiménez, se exhibió en la Alhóndiga de Granaditas. Sin embargo, el cuerpo del cura fue enterrado (inicialmente) en Chihuahua, en la capilla de San Antonio.

Parecería que esta maldición sobre el Padre de la Patria lo sigue hasta la fecha. El gobierno del trienio pasado en Zacatepec mandó poner la estatua en un lugar de castigo en vez de buscar un espacio honroso,  y este trienio lo volvieron a dejar allí.

 

La hiedra invade al metal

La isleta donde está abandonado el monumento metálico ha servido como basurero por varios años. En algunas ocasiones se han descubierto tazas de excusado rotas, botellas, botes y envases de cerveza; no es raro ver a ladrantes olisqueando y defecando a los pies del Padre de la Patria.

Hace poco más de un mes una planta comenzó a crecer a un lado de las botas de motociclista del cura Hidalgo. Con el tiempo desmenuzado en horas, minutos, segundos… la enredadera llegó hasta el sobaco de la estatua, y tiene toda la intención de seguir creciendo para cubrirla toda: si el tiempo de agua dura unos meses más o si nadie le da una recortada en septiembre, mes de la Patria, que podría ser muy probable, aunque no se puede tener una certeza total, porque Olivia Ramírez Lamadrid, alcaldesa del municipio, dejará en meses el hueso y nunca le interesó el monumento ni lo que representa (ella y Pancho Pachangas, contendieron por diferente partido para reelegirse pero a los dos, los votos no le alcanzaron ni para la ayudantía de una colonia).

(Las tercera fichita es la “maestra”. El 15 de abril de 2019 en el portal de noticias Mochicuani, se dio a conocer que en poco más de 100 días de administración sin ningún otro mérito más que ser la gobernante en turno, Olivia Ramírez Lamadrid mandó poner su nombre a una calle en la colonia Poza Honda. No quedó conforme con eso y mandó poner su nombre a los paraderos o sombras instalado en partes “estratégicas” del municipio que gobierna –o que hace como que gobierna, porque quien aseguran es el mandamás es su esposo Luis Pedroza. El 16 de enero, de acuerdo con una nota del Sol de Cuernavaca, rechazó que esté delegando en su esposo el gobierno de Zacatepec; “no lo he delegado ni lo voy a delegar, son solo malos entendidos, él es mi compañero de vida, es mi brazo derecho y mi asesor particular y el que me va a acompañar todo el tiempo, pero al final soy yo la que toma las decisiones”.)

La hiedra se alimenta todos los días, a cada minuto, del sol y de la poca agua que pueden tomar sus raíces de los aguaceros, chubascos y tormentas que apenas visitan la parte central de la cabecera municipal de Zacatepec. La planta es necia, y también bebe de lo que los limpiaparabrisas tiran en la base donde está asentado el monumento.

La enredadera se desarrolla más rápido por las noches, como dicen las mamás antiguas que crecen todos los niños. De eso dan cuenta los vacíos y el silencio que se arrinconan en la encrucijada; también las estrellas, que perforan el lienzo de la noche, los grillos que afilan el tiempo y las pocas luciérnagas que aún se pueden ver sobre los campos de cultivo de Zacatepec.

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Máximo Cerdio

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