El gobierno municipal destacó la presencia de la Policía Preventiva Estatal, que, de manera coordinada con la municipal, resguardó la estancia de los miles de visitantes como ya es tradición año con año.
Sumado a ello, se hizo presente la tradicional Feria de la Salsa, festividad que como ya lo han manifestado los comerciantes del lugar, ha perdido su esencia debido a la proliferación de establecimientos con venta de las famosas “micheladas”. “Nos colocamos 35 puestos; de ellos, solo tres estamos exhibiendo las salsas tradicionales de la comunidad; otros pocos de artesanías y bastantes de venta de ‘micheladas’”, insistieron.
Sin embargo, pese a la venta inmoderada de esas bebidas, los cuerpos de Seguridad Pública, Protección Civil y Rescate reportaron saldo blanco en el resguardo de este día con mayor afluencia turística en la región.
Por su parte, los comerciantes lamentaron que la presencia de policías municipales y estatales impidiera el libre estacionamiento de vehículos a orillas del bulevar, ya que esto no favoreció a los negocios instalados en este perímetro. “Sí arribó bastantes visitantes a la zona arqueológica, sin embargo al área considerada como la feria no fue posible porque no se permitía por parte de la policía el estacionamiento momentáneo de los autos”, dijeron los comerciantes.
Pese a ello, en los pocos puestos de salsas se expuso una gran variedad de ellas, agridulces y picantes, como fue el caso de la salsa de cacahuate, morita, catarina, aceite, jumil, ajonjolí, mango, piña, tamarindo, así como salsas rojas y verdes.