La citada empresa, que adquirió las siete concesiones de la empresa minera canadiense a tajo abierto Esperanza Silver, busca iniciar con la etapa de explotación de las alrededor de 303 hectáreas de la comunidad indígena, donde pretende extraer diferentes metales. Sin embargo, los lugareños aseguraron que esta situación, traerá afectaciones al medio ambiente y a la salud pública.
Roberto Solís Pineda, habitante de la comunidad e integrante del Movimiento Morelense en contra de las Concesiones Mineras a Atajo Abierto, mencionó que han solicitado el apoyo de la iglesia católica para informar a la ciudadanía, el riesgo que representa la explotación de la superficie de la comunidad para extraer metales, como lo pretende hacer en este punto la empresa minera Alamos Gold Company, quien compró a la empresa minera canadiense a tajo abierto Esperanza Silver.
Mencionó que se tiene información, de que la empresa se ha enfocado en las aproximadamente 303 hectáreas de terreno entre tierras de cultivos y uso común de la comunidad y del poblado de Alpuyeca, donde se localizaron metales como antimonio y arsénico y oro. Mientras que en Alpuyeca buscan obtener plata, oro y arsénico.
“Actualmente ya concluyeron la etapa de exploración y están buscando continuar con la etapa de explotación. Sin embargo, para ello se requiere de que la Semarnat autorice la manifestación de impacto ambiental, pero hasta ahorita no la han presentado, pero estamos pendientes porque en el año 2013 logramos frenar el trabajo una vez que se analizó su impacto ambiental de acuerdo a la ley en el caso de la comunidad de Xochicalco”, dijo Solís Pineda.
Aseguró que el rechazo de la operación de la empresa minera, es porque es mucho más peligrosa la reacción de estos metales que son radiactivos y sus afectaciones serían inmediatas.
El grupo de habitantes aseguró que realizarán movilizaciones para impedir la operación de esta empresa minera para evitar daños al medio ambiente, así como la contaminación al aire, agua y flora y fauna. “El mayor riesgo que se está corriendo, si no protestan en estos momentos, es que cumplan su objetivo. Por ello se ha solicitado el apoyo del obispo Ramón Castro Castro, para lograr frenar esta situación, informando a la población, ya que las afectaciones serán inmediatas tanto al aire, por explosiones que se requieren para el movimiento de los metales, ya que las realizan a una profundidad de 100 metros, afectando un radio considerable. Así como la contaminación a corrientes de agua, en el caso de las lagunas de El Rodeo y Coatetelco”, explicaron.
Rufo Playas Santana, vecino de la comunidad, convocó a la comunidad a sumarse en rechazo a esta empresa minera y llamó a las autoridades estatales y federales a frenar la autorización de estos permisos, para evitar daños a las comunidades y pueblos indígenas, ya que dijo serán los pueblos, que están cerca del área que la empresa pretende explotar, los directamente afectados.