Pero no es de gratis: los permisos chuecos cuestan cinco mil pesos por circular seis meses y los manejan con un simple escáner, porque finalmente los que revisan el transporte en sus diferentes modalidades son los inspectores de la Dirección del Transporte. Jueces y parte. Tampoco regalan las concesiones, se hablan de entre 500 y mil y cada una con un cómodo costo de 50 mil pesos, lo que dejándolo en medio en 750 para no exagerar, daría una cantidad nada despreciable para cualquier campaña y guardarse una pequeña fortuna en los bolsillos: 37 millones de pesos. Obviamente no hay recibos porque se supone el asunto es clandestino, pero no dudamos que por ahí les entreguen un comprobante.
El argumento de quien sea el jefe de este gran negocio es fortalecer la estructura electoral del partido en el gobierno, cuyo vaticinio no es halagüeño y van a pelear con todo para favorecer a su candidato. Tienen las herramientas de oficinas públicas locales y federales para tal efecto, así que el canto priista de victoria está por verse. Lo que a todas luces es ilegal y lo hacen a escondidas, con el ruido que se haga y las pruebas existentes, van a tratar de convertirlo en legal. Ya lo verán. Pero se generará además de la sobresaturación en el servicio de taxis un ambiente de molestia en dirigentes lejanos de la gracia de Pancho Alva y el jefe que le ordena hacer el Gran Negocio.
Lo de los permisos escaneados, que afirman puede ser alrededor de mil, es medio millón de pesos semestrales. ¿Hace cuánto que Alva es el director del Transporte? Para hacer cuentas. Y el agregado de más—menos 37 millones de pesos, vaya cantidades. Con la milésima parte de esa cifra muchos mexicanos purgan penas en la cárcel. Existen nombres de funcionarios de la Dirección de Transportes que de acuerdo a las fuentes que contamos, son parte de la grande operación: Rubén Núñez del área de Supervisión y Juan Pablo Reyes Célis, subdirector, cercanos y al parecer paisanos de Alva Meraz.
Francisco Alva Meraz, el árbitro, contador, presidente municipal y hoy director del Transporte, tiene enfrente un problema grave que afectará no sólo a la administración estatal sino a su partido en caso que se lo prueben, como fácilmente lo harán. En la expedición de permisos “dobleteados” y concesiones no solamente se encuentran Alva Meraz y sus empleados cercanos, existen personas “de fuera”, habilitados como “coyotes” para aprovechar la coyuntura: satisfacer con los que hay compromiso –no importa que paguen 50 mil pesos— y varias decenas o centenas de concesiones fluctuarán (por el personal aullador incorporado) a partir de los cien mil pesos. Negociazo redondo, oficializado y con pretexto del servicio que, todos lo saben, está sobresaturado. Y todas las placas serían de Cuernavaca.
En el tema menor, el de los permisos escaneados, son tamaño oficio, normalmente enmicados, y se colocan en el vidrio trasero a un costado. Se lee con letras grandes:
Gobierno del Estado de Morelos, Secretaría de Gobierno, Subsecretaría de Gobierno y Dirección General del Transporte. Permiso para circular sin placas y engomado. C.P. FRANCISCO ALVA MERAZ en mi carácter de Director General de Transportes adscrito a la secretaría de Gobierno del Estado de Morelos, de conformidad con lo establecido en el artículo 12 fracción XX de la Ley de Transportes del Estado de Morelos, publicada en el periodo (Sí, así dice: N del C) oficial “Tierra y Libertad” del 12 de diciembre del 2007, autorizo el siguiente permiso para circular sin PLACAS NI ENGOMADO por el término de 06 meses que inicia el 11 de noviembre del 2011 y termina 11 de mayo del 2012, del vehículo que se describe a continuación:
CV: 11/11/2011 (Con letras pequeñitas).
Luego sigue el número de placas, la marca, serie, motor, modelo, nombre y domicilio. Abajo indican: “Presenta para constancia de acta por: ROBO DE VEHICULO No… Y lo firma el contador Francisco Alva Meraz.
Bueno, esta es una parte de lo que comentan nuestras fuentes, que llegaron al columnista “cargados” de elementos de prueba que muestran, cuando menos, la corrupción habitual en la Dirección de Transporte, pero que de manera extraordinaria nos van a detallar el gran negocio de las concesiones que, según dicen ellos, van apoyar financiera y humanamente las campañas del Partido Acción Nacional. Si bien el transporte depende de una subsecretaría, de un secretario jefe del gabinete y del gobernador, dudamos que cada uno de ellos lleve detalle de lo que hacen. Pero cuando menos UNO ESTÁ ENTERADO DE TODO. Y hay que encontrarle filiación a Pancho Alva para dar con él. No es complicado: se llama Oscar Sergio.
Mientras, aquí, con su mica bien puesta, tenemos uno de los permisos clonados, escaneados, chuecos, que ha sido negocio permanente de Alva y sus amigos.