No tenemos idea de los números de Andrés Manuel en Morelos este momento, pero lo aseguramos: no se encuentra en mejor condición que hace seis años y ha hecho evidente –hasta antes de ayer que no sabemos qué sucedió- su rechazo al candidato Graco Ramírez, jefe, ex jefe y actual miembro de la coordinación “Los Chuchos”. Lo ha aceptado públicamente AMLO, pero no ha tenido efecto su intervención en Morelos para ayudar a sus seguidores, porque Los Jesuses le han ganado cada partida. Ese es otro hecho. En apariencia los paisanos tabasqueños Andrés y Graco han firmado un pacto de no agresión y cada uno hará su campaña y se juntarán para su bien común en lo necesario.
Nos regresamos a la apertura de nuestro messenger o como se llame. ¿Cuánto cuesta y quién da derechos para que el usuario común no lleguemos directo a nuestro objetivo sin pasar, a huevo, por su publicidad? No dudamos de su eficacia, tanto que diariamente sin hablar o cenar con Graco –una disculpa, por cierto— nos encontramos con él. Lo dijimos muchas veces: en el manejo mediático Graco es un experto, y sugerimos a algún perredista, de izquierda o de Los Chuchos que sea presidente del país, que Graco se haga cargo de la comunicación social política. Se le da. Es natural. Esta vez que está “a tres puntos de ser gobernador”, no requerirá coordinador para esa área, él sabe cómo funciona y se maneja.
Y preguntamos porque los añadidos del priista Amado y el panista Adrián, nos parece un error de estrategia de Graco. Si lo hizo él, falló, y si son sus colaboradores, que les jale las orejas. ¿Por qué si está a tres puntos busca los peores ángulos de sus adversarios directos y los coloca con rostros magullados junto a un sonriente cuasi gobernador? Amado y el Cuadradito de Basoco no salen en las pantallas de miles de usuarios. Ya los vimos, y nos obligó a revisar la encuesta de El Universal hasta ahora y nos llenamos de dudas, porque un ascenso tan vertiginoso en el favor del probable elector, se nos hace manejado comercialmente. Es decir que más allá de la solidez de los datos, hubo consolidaciones de otro tipo, digamos materiales.
Es Graco, sin duda, el más avezado para la política de todos los que contienden para el gobierno, su formación, sin embargo, es en el callejón, en despachos privados, en los saludos con Pancho Labastida, secretario de Gobernación recién ido Carrillo Olea, y el grito del sinaloense, posterior candidato frustrado a la presidencia y taimado senador: “¿Por qué no has ido, Graco?”.
En los altos círculos de un poder que nunca ha manejado directamente él o su partido en el país, Ramírez Garrido Abreu ha sido poderoso en los pasillos y de cara a los que han mandado en este país. Tiene su relevancia, claro. Su figura entre los morelenses es la del hombre duro, desafiante, hasta burlón, que trae como locos a los gobernadores. Y si alguien tiene dudas que pregunte a Carrillo y Sergio Estrada, con los que libró batallas feroces. Al primero lo hizo trizas con sus relaciones directas en la presidencia de la República en turno, y al nieto de don Vicente lo trajo de un poste a otro los seis años.
Es un duro contendiente en el callejón, en la plaza, en el debate, sobre todo en una posición de aparente mayor debilidad si de partidos o estructuras hablamos. Nunca ha estado encima de nadie, pero ninguno se le ha encimado a él. Hábil, perverso, inteligente, feroz cuando la condición lo amerita, un auténtico gladiador de la política.
Pero con esos ingredientes y precisamente por ellos, los números que mencionan los ponemos en duda. Va a luchar fuerte, pero Graco no va a ganar, por varias razones, una de ellas contradictoria con la realidad y los intereses de su partido y coaligados: los lopezobradoristas no van a votar por él.
No tenemos la crónica del evento de AMLO en Jiutepec, pero habrá chance de comentarles si se abrazaron efusivamente, si habló Andrés bien de Ramírez, si le echó su bendición o si sucedió como fue en su última visita. Graco es un tema interesante, es el político hoy en competencia por Morelos más conocido de todos, es nacional pues, pero Morelos le será complicado.
Quién sabe si funcione, en tanto, lo saludamos cada que abrimos nuestra la computadora. No queda de otra. Además nos da tema. Muy bien.