Según encuestas de Mitofski y otra que circula por ahí presuntamente del CISEN (a las que más creen los políticos y funcionarios), la ventaja del priista Amado Orihuela Trejo es entre 13 y 14 puntos, lo que de acuerdo a la votación estatal representan cerca de 100 mil votos, en una elección que la gana el que alcance alrededor de 300 mil o un poco menos. Estamos a escasos 65 días de los comicios, si le creemos a las encuestas los del PRI deben perder más de mil votos por día, o el PRD de Graco, el mismo PAN; arrebatárselos. Si es asunto de números, tienen que preocuparse los que, insistimos, no tengan lista su estructura porque, lo diría Lauro Ortega y uno de sus más aventajados alumnos que es diputado en el Congreso Local –el que se separa del resto--, “las elecciones se ganan antes de ir a votar”. En una palabra, que la maquinaria funcione y 24, 48, 72 horas antes tengan la tranquilidad de la victoria.
En estos casos nada queda al azar, ese no existe cuando de competencia política se trata. Es trabajo, trabajo inteligente, trabajo incesante. Y más trabajo. Fórmula única.
El anuncio oficial que Jesús Martínez Ortega, jefe de Los Chuchos, ex presidente del PRD, enemigo jurado de Andrés Manuel López Obrador y el otro Chucho Zambrano, es el coordinador de la campaña de su compañero de mil batallas por plurinominales desde los días del Partido Socialista de los Trabajadores de Aguilar Talamantes, debe preocupar a muchos, sobre todo porque Ortega no se distingue por su gran capacidad de operación político—electoral, como sí lo es Manuel Camacho Solís, sino por su talento en la negociación de todo tipo. Los que saben de elecciones y le medio entiendan a la lectura entrelineada, saben de qué hablamos.
La llegada de Chucho Ortega es importante para la consolidación del proyecto de Graco y quienes lo acompañen de cerca. Van a dar la pelea.
Hoy a dos meses y días de la elección dudamos que suceda en Morelos una variación de siete—nueve puntos. Y ganar o perder por cuatro, cinco, no admite reclamos. De todas maneras, la venta del proyecto “Corredor DF—Morelos—Guerrero”, le han apostado los mandatarios de nuestras entidades vecinas. Dicen que pasaron la charola por Sinaloa, Oaxaca y Puebla, y este solamente un tanto entregó. Y no dio más. Es una de las estrategias que mejor usan los Chuchos con el trabajo de Manuel Camacho Solís y su DIA. Qué bueno.
Y a propósito del PRI
Los priistas deben entender que el proceso de selección de sus candidatos se terminó. Que están en otra fase que es la consolidación de la estructura, base primordial del triunfo. Encuestas irán y vendrán pero el que no tenga el material suficiente para la movilización del “Día D”, que no se queje. Como haya quedado la ubicación de grupos, jamás habrá acuerdo completo, pero ya se han consolado los que con o sin merecimientos, querían por la fuerza entrar. O se hacen uno solo o que no se quejen.
Los liderazgos, esos que tanto se presumen, los gritos de “mi gente, mi grupo”, es la hora que demuestren en el escenario de los hechos que es cierto. Aquellos dirigentes –les gusta que les llamen líderes, aunque de estos Gandhi, Zapata, Villa, Napoleón, Aníbal- que presumen contar con colonias enteras, los políticos que avisan que sin su presencia no habrá victoria, les ha llegado el momento de la verdad, de su verdad, porque los números no mienten, menos las secciones y casillas electorales. Un ejemplo: en el Distrito sexto o séptimo local hablan de liderazgos. Si pierden, no sólo a los derrotados sino a muchos se les va a caer en la maroma. Se terminaron los pretextos, una elección es de realidades. La ficción, en estos casos sin duda, no funciona. Así que ya saben.
Cariño a Los Bello
Lamentamos mucho el deceso del hijo de Teodoro Bello, el compositor hecho en Morelos, amigo de muchos años –antes que iniciara su carrera-. Vive momentos durísimos con su familia, hay muchos que los aprecian y estamos con ellos. Golpe muy fuerte que poco a poco debe caminar para bien. Un abrazo a la familia Bello.