A tal grado que ya no la vemos; parece que andamos con los ojos cerrados. Se nos hace muy fácil echar la culpa a otros por todo lo que termina en las calles. Nunca es nuestra culpa, ¿verdad?
Si esto no fuera lo suficientemente terrible, existe mucha más basura de la que no nos hemos percatado. ¿Dónde crees que está? Miramos hacia arriba y vemos nubes o el sol durante el día, mientras que de noche vemos la luna, algunos planetas cercanos y las estrellas. Eso es todo. Lo que no vemos es la basura espacial, la cual está alcanzando proporciones extraordinarias.
¿Qué es exactamente la basura espacial? Consiste en restos de satélites que ya no funcionan, herramientas perdidas por los astronautas o restos de artefactos que colisionaron entre sí, o sencillamente pedazos de naves espaciales que, por alguna razón, se desprendieron. También hay tuercas, tornillos, fragmentos de pintura, entre muchos otros objetos. No se sabe cuántos de éstos orbitan alrededor de la Tierra pero son muchos: algunos estiman que hay más de un millón de fragmentos –y son potencialmente peligrosos porque pueden dañar sistemas de telecomunicaciones alrededor del mundo.
Desde 1957, cuando se puso en órbita el primer satélite, llamado Sputnik 1, miles de piezas de equipo espacial, satélites y telescopios han sido lanzados al espacio. Silenciosamente, lejos de nuestra vista y de nuestro conocimiento, la basura gira alrededor de la Tierra a velocidades inimaginables. Se le calcula una velocidad aproximada de 36,000 km por hora, lo que causa problemas potenciales para las naves espaciales de la NASA que frecuentemente tienen que remplazar ventanas por los daños causados por objetos miniatura que viajan a enormes velocidades.
Del más de un millón de fragmentos girando en el espacio, la mayoría son diminutos, pero por la velocidad a la que viajan pueden llegar a hacer mucho daño. Una pieza del tamaño de una pelota de tenis puede dañar seriamente una nave o satélite si llegaran a tener una colisión. Desde 1991, se han registrado al menos tres accidentes serios en órbita terrestre debido a la presencia de basura espacial. Cada colisión causa la fragmentación de la basura en pedazos cada vez más chicos, aumentando la cantidad de proyectiles potencialmente peligrosos. Los expertos reconocen que hacer frente a este problema resulta complicado y costoso, por lo que sería necesario que los investigadores trabajaran en nuevas ideas para mejorar la situación.
La buena noticia es que ya hay equipos trabajando sobre este tema, incluyendo uno aquí en México, en la UNAM. Especialistas de la Academia Rusa de Ciencias están trabajando con investigadores del Instituto de Astronomía de nuestra máxima casa de estudios con el propósito de instalar en Baja California un equipo que monitoree permanentemente la basura espacial. Es la primera institución mexicana en participar en este proyecto internacional clave para el futuro de las misiones espaciales. Estarán entrenando a estudiantes mexicanos sobre temas de dinámica de objetos cercanos a la Tierra con el fin de hacer los cálculos de las órbitas y desarrollar software para realizar el seguimiento de todos estos objetos.
Tal vez me dirás que esta basura no tiene nada que ver contigo y posiblemente tendrías razón. Sin embargo, yo considero importante estar informados de todo lo que nosotros como seres humanos le estamos haciendo a nuestro planeta: no sólo acumulamos basura aquí en nuestros pueblos y ciudades, sino también en el mar y ahora en el espacio. ¿Hasta dónde vamos a llegar al llenar nuestro universo con basura?
Fuentes:
www.bbc.co.uk/science/space/solarsystem/earth/spacejunk.shtml
Periódico Reforma, 29.9.10