El tiempo promedio de cada viaje es de una hora con 50 minutos, o sea casi dos horas, lo cual nos indica que tan congestionado está el D.F. actualmente. La fuente de esta información es el Centro de Transporte Sustentable (CTS) que es “una organización no gubernamental, sin fines de lucro, apartidista y guiada por un Consejo Directivo conformado por personalidades reconocidas en su compromiso por la calidad de vida de los mexicanos” (www.ctsmexico.org). Entre sus líneas estratégicas están la “provisión de un sistema de transporte público de alta capacidad, eficiente, poco contaminante, seguro, cómodo y accesible” y la “racionalización del uso del automóvil privado”.
Una de sus funciones es servir como un catalizador para promover el cambio y el avance de nuestras ciudades. Ofrecen asesoría para las mejores prácticas y para la implantación de modelos de transporte, ayudando a cuidar el medio ambiente además de aconsejar sobre el desarrollo urbano. Es notable cuántos automóviles están en la calle; hasta nosotros en Cuernavaca hemos notado la diferencia estos últimos años y estamos perdiendo un tiempo considerable trasladándonos, al trabajo o a dónde sea, en una ciudad bastante pequeña, comparada con el D.F. Antes caminábamos mucho más; no teníamos tanta necesidad de manejar a todos lados. La vida era más sencilla. Nuestro estilo de vida sedentario nos ha traído problemas de sobrepeso y el aumento en las emisiones de carbono afecta de manera negativa nuestra salud, además del agravamiento del cambio climático. Como lo señala el CTS: “Se estima que de continuar los patrones actuales, el número de vehículos en las calles se duplicará en 10 años. Sin duda, el transporte y la movilidad amable son una ecuación fundamental que debemos atender en el presente para prevenir nuestro futuro”.
Prueba del trabajo del CTS México se encuentra en las ciudades de México, León y en el estado de Jalisco, con otros proyectos por confirmar en municipios de Cancún, Chiapas, Chihuahua, el Estado de México y Monterrey. Yo considero crucial la inclusión de nuestra querida ciudad de Cuernavaca en esta lista: nos urge ayuda. Cuernavaca es una ciudad de retos muy particulares debido a la cantidad de barrancas, las calles estrechas y el libramiento que ya no nos libra de nada. Con las actuales obras en la avenida Morelos Sur y la avenida Zapata nos hemos visto afectados todos y estamos pasando mucho más tiempo en nuestros autos, gastando más en gasolina, sufriendo altos niveles de estrés y llegando tarde al trabajo, a la escuela o a la casa. Nos urge compartir nuestros coches con vecinos, juntarnos para llevar a niños de diferentes familias a la escuela en un solo auto y considerar la posibilidad de abandonar el coche por completo hasta dos días cada semana. No es necesario sacar el coche todos los días; hay que aprender a no depender tanto de él. Lo que nos urge también es un sistema de transporte público digno para todos, que nos ofrezca una verdadera alternativa.
En lo personal he tratado de encontrar otra opción para llegar al trabajo pero no la hay. Actualmente tardo hasta una hora en cada dirección, a causa de los problemas viales causados por las obras, lo que es todavía preferible a un viaje de dos o tres horas en tres diferentes autobuses. Tengo una bicicleta, pero me falta el valor de andar con confianza entre los coches, rutas, pipas y camiones de carga que no muestran ni la etiqueta ni el debido respeto por los ciclistas. Podría caminar pero son 16 kilómetros de ida y 16 de regreso. Podría dejar de trabajar, pero ¿de qué viviría? Así, la conclusión es que me queda una sola opción: andar en el auto. ¡Qué triste y qué serio resulta para Cuernavaca el que no tengamos más opciones! Si realmente no queremos terminar como los capitalinos, pasando tanto tiempo de cada día tratando de llegar a alguna parte, pues entonces necesitamos alternativas viables, por favor. Son mis deseos para el año nuevo.