Yo no estaré escribiendo esta columna los próximos 50 años, pero te puedo asegurar que el WWF sí seguirá por mucho tiempo más, impactando de manera continua a muchos millones de personas alrededor del mundo.
El logotipo del WWF es uno de los más conocidos a nivel internacional: es un pequeño panda. En 1961 el fundador del WWF, Sir Peter Scott, fue el responsable del uso del panda en su identidad corporativa. Para él, sirvió (y sirve) para atraer la atención sobre la flora y la fauna más amenazadas, ya que representa el descubrimiento y el cuidado de las especies más asombrosas del mundo. Es hoy sin duda el símbolo internacional más identificado con la conservación y lo seguirá siendo por muchas generaciones más.
Se tomó la decisión de establecer el WWF como una organización internacional que trabajaría en conjunto con otros grupos a favor de la conservación del medio ambiente y a través de donativos apoyarlos para ser más exitosos a nivel mundial. Fue así que un grupo influyente de científicos, naturalistas, empresarios y políticos europeos se integró para hacer una diferencia. Miembros de las familias reales de Holanda y del Reino Unido también mostraron su apoyo activo, además de presidentes estadounidenses y otras personalidades clave.
Su visión siempre ha sido salvar nuestro planeta y todas sus formas de vida. Reconciliar las necesidades del ser humano y las de la flora y la fauna con las que compartimos la Tierra ha sido de primera importancia. Su deseo de fomentar entre los ciudadanos del mundo un respeto hacia la naturaleza y una responsabilidad de llevar a cabo la conservación, además de ser la voz inspiradora para cuidar el medio ambiente, es lo que ha motivado siempre al WWF. “Queremos ser la voz de las criaturas que no tienen voz. Nosotros hablamos por su futuro y buscamos aplicar nuestros talentos, nuestra riqueza y nuestra pasión para hacernos más conscientes, más respetuosos y más maravillados ante la naturaleza”.
Existe un sinfín de información en su página web, que te invito a conocer en esta liga: www.worldwildlife.org. Puedes pasar mucho tiempo leyendo sobre todos los eventos, viajes, proyectos y noticias que comparten; su trabajo nunca termina y sus proyectos son extraordinarios. En México el proyecto para conservar el desierto de Chihuahua es de gran interés. El desierto cubre casi 80 millones de hectáreas y es compartido por México y los Estados Unidos; su frágil biodiversidad se centra en el río Bravo. En el desierto se encuentran hasta 130 especies de mamíferos y 3,000 especies de plantas; es el lugar preferido de más de 500 especies de pájaros migratorios y cuenta además con 110 especies de peces en sus ríos. El problema que este maravilloso lugar está experimentando se debe a las actividades de los seres humanos que están poblando gran parte del desierto, sobre todo alrededor de la frontera entre los dos países. La población aumenta y por ende la demanda de agua se incrementa. Hay abuso en la distribución del agua, hay contaminación de la misma y hay destrucción de las plantas y del subsuelo causada por los animales que el ser humano siempre trae consigo, como las vacas y las cabras. Para el WWF, es claro lo que se tiene que hacer: apoyar a los chihuahuenses a conservar la biodiversidad de la región haciéndolos comprender y respetar el medio ambiente, utilizándolo mas no destruyéndolo.
El trabajo del WWF es, sin duda, de mucha importancia. Te invito encarecidamente a formar parte de su comunidad, a participar en sus esfuerzos, a donar lo que puedas, porque sin el WWF el mundo sería mucho más pobre. Una de las muchas actividades que están organizando para celebrar sus 50 años es el lanzamiento esta semana de una nueva película llamada Astonish Me (Asómbrame), cuyo objetivo es mostrar al mundo algunas de las 15,000 especies que se descubren cada año, un hecho realmente sorprendente.
¡Felicidades WWF!