Es muy difícil para nosotros en el estado de Morelos entender el problema del agua. En nuestros caminos por todo el estado pasamos por los apantles, vemos a los campesinos y a los viveristas regando como es su costumbre y al abrir la llave en nuestras casas sale el agua sin problema. Es posible que no tengamos mucha preocupación en Morelos, pero para el país entero sí existe un serio problema de escasez del vital líquido.
Reporta la Conagua que más de la mitad del territorio mexicano o, para ser precisos, el 54% del país, sufre actualmente los efectos de la sequía. Es una situación muy grave, sobre todo en Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Zacatecas, Aguascalientes, Durango, Jalisco, San Luis Potosí y Sonora. Es un hecho que se incrementan la frecuencia y la severidad de los periodos de sequía cada vez más prolongados e intensos debidos al cambio climático. Sin duda, los trastornos climáticos impactan en los sectores productivos, la salud y el bienestar de la sociedad en general y por eso tenemos que estar muy pendientes de los consejos de la Conagua en cuanto a la mitigación de los efectos de la sequía y los planes de contingencia que pronto serán anunciados.
La sequía por supuesto afecta drásticamente los volúmenes de agua almacenados en las presas y disminuye la recarga de acuíferos, poniendo en riesgo el abastecimiento de agua potable y afectando seriamente la agricultura, la ganadería, la industria y la generación de energía eléctrica. El impacto en la flora y la fauna también es y será devastador.
La gestión del agua es un tema que está creciendo en importancia, no sólo en México sino en la mayoría de los países del mundo. Se está volviendo un tema político y seguramente en un futuro no tan lejano las campañas políticas estarán basadas en el buen manejo del agua. Nos urge reducir la demanda y el consumo del agua y mejorar el abastecimiento de la misma. El monitoreo de los pronósticos de lluvia forma parte de la buena gestión y saber cómo aprovechar cada gota que nos llega en cualquier parte del país se ha vuelto de suma importancia.
Por lo tanto, nos toca a nosotros tener cuidado con el agua. La lluvia que nos llegó en Morelos este año no fue tan abundante, aunque al final de la temporada cayó bastante. Esta agua es de todos, así como la sequía es la responsabilidad de todos: nuestra agua es para ahorrarla, consumirla en moderación y considerarla como la fuente de nuestras vidas en este planeta.
El cambio climático nos da puras sorpresas. No sabemos qué va a pasar ni cuándo. En Estados Unidos, para dar un buen ejemplo, ha caído una nevada tremenda en los últimos días, en pleno mes de octubre, normalmente un mes de otoño y no de invierno. Tener nieve en octubre no es para nada normal y por eso constituye un buen ejemplo. El cambio climático nos afecta a todos. En mi jardín tengo nochebuenas y otras flores preciosas antes de tiempo. Apenas estamos festejando el Día de Muertos y sólo deberíamos estar viendo flores de cempasúchil y caléndulas. La vida nos ofrece mucho, algunas cosas buenas y otras malas; y el cambio climático nos tiene temblando, pensando: “y ahora, ¿qué nos va a tocar?”
Por lo tanto, piensa siempre en el agua, considera tu consumo y cómo podrías disminuir utilizar tanta agua; cierra la llave cuando puedas, aprovecha cada gota y entiende qué suerte tienes. En Morelos todavía no estamos sufriendo la sequía pero pronto nos podría tocar. Son muchos los mexicanos que no pueden disfrutar el agua como nosotros. Son demasiadas las vacas que han muerto de sed. Son muchas las cosechas que se van a perder. Piensa un poco la próxima vez que abras la llave o riegues tu jardín y tus macetas. Fuimos benditos con agua este año, pero no tenemos la seguridad para 2012… Yo estoy preocupada. ¿Tú, no?