Hay quienes suponen la presencia de agua dulce a profundidades enormes; varios equipos de personas trabajan actualmente en la Antártica perforando a través del hielo y buscando respuestas definitivas.
Se trata de un mundo sub-glaciar que nos puede revelar organismos y datos que han estado escondidos del resto del mundo durante miles y millones de años. Se espera descubrir organismos muy primitivos que podrían arrojar luz sobre la evolución de la vida en nuestro planeta. Hay equipos de diferentes países (Rusia, Francia, Reino Unido, Estados Unidos, entre otros) y todos están perforando el hielo hasta profundidades de casi cuatro kilómetros. Los rusos ya confirmaron que llegaron a un lago de agua, que llamaron Lago Vostok, aislado del mundo por casi 15 millones de años. Es una de las últimas fronteras científicas que quedan por explorar en la Tierra y el Lago Vostok es el más grande de cientos de lagos escondidos debajo del hielo. Desde 1956 los rusos establecieron la estación Vostok y desde entonces han estado perforando para llegar a la enorme masa de agua que cubre un área de casi 16 kilómetros cuadrados. No es nada fácil llegar al lago por el clima extremo, el frío terrible y el hecho que sólo durante los meses de verano sea posible trabajar. Es el lugar donde se ha registrado la temperatura más baja en la Tierra, el 21 de julio de 1983, cuando el termómetro marcó menos 83°C.
Cabe mencionar que la temperatura del agua es inusualmente tibia, lo cual indica una fuente subterránea de calor. Los lagos, en su conjunto, forman parte de una vasta y dinámica red hidrológica debajo del hielo. Algunos de ellos están conectados entre sí, pero lo que hace aún más interesante al lago Vostok es su aislamiento. En este caso su agua ha permanecido constante en un solo sitio, lo que podría favorecer el desarrollo de organismos. Todos esos lagos, una vez descubiertos, serán nuevos para la ciencia, lo cual representa una fuente de mucha emoción en el gremio científico.
Es posible que otros planetas en nuestro sistema solar tengan lagos subterráneos también. A través de los viajes al espacio y las fotos tomadas por los satélites, entre muchos otros esfuerzos innovadores y tecnológicos, se sabe que no hay agua en la superficie de los planetas más cercanos, aunque es posible que tengan agua a profundidades importantes.
Es sorprendente que en el fondo del helado Polo Sur haya sido descubierto un ecosistema aislado y que exista nueva vida. Los seres humanos tenemos una sed insaciable por descubrir el principio de la vida o entender cómo es que nuestro planeta llegó a ser. Es la eterna búsqueda por el conocimiento la que motiva a los valientes equipos a soportar los terribles fríos de la Antártica pero su emoción es casi palpable, ya que saben que están a punto de descubrir datos novedosos.
Este tipo de noticia no sólo me conmueve, sino que también me preocupa. Cada vez que el ser humano comienza a interferir con la naturaleza el resultado es algún tipo de contaminación. Si esos lagos no han sido tocados en tantos milenios, ¿por qué lo tenemos que hacer ahora? Imagino que mucha de la motivación por perforar el hielo es para encontrar nuevas fuentes de agua…