Se vuelve el tema aún más actual en tiempo de calor y es en este mes de abril, sobre todo durante las vacaciones de Semana Santa y de Pascua, que comenzamos a experimentar altas temperaturas y buscamos más que nunca el agua para refrescarnos.
Hoy, Morelos tiene agua: vivimos en un estado muy afortunado. Se utiliza muchísima en los balnearios, los parques acuáticos y las albercas, los cuales son prueba de cuánta agua hay. Tenemos para tomar, para bañarnos, para regar el jardín y para jugar en ella. Tenemos agua potable que llega a nuestras casas sin problema y agua para riego gracias a la red de apantles que corren por nuestro estado. Sí, tenemos agua y somos de los más afortunados, pero ¿cuántos de nosotros somos conscientes de esta abundancia? Me temo que todavía somos pocas personas las que realmente hacemos esfuerzos por consumir menos agua. Por ello, les pido ser conscientes de nuestra fortuna y respetarla como nunca antes. Aquí aprovecho para sugerir cómo reducir nuestro consumo de agua de la manera más fácil; seguramente algunos tendrán otras ideas que habrá que compartir con todos:
• Regar sólo con agua del apantle, nunca con agua potable, y sólo temprano en la mañana o después de la puesta del sol
• Jamás tirar el agua de la alberca; sólo ajustar el nivel para mantenerla en buen estado y filtrarla regularmente para evitar la necesidad de tirar agua al drenaje
• Regar las macetas con aguas grises coleccionadas de la lavadora y de las regaderas
• Tener una cubeta permanentemente en la regadera para llenarla mientras que se espera a que salga el agua caliente; mejor aún, bañarse con agua fría
• Bañarse por sólo tres minutos, no se necesita más tiempo
• Cerrar el flujo de agua al lavarse los dientes
• Utilizar la lavadora de ropa o de trastes sólo si está cargada al tope
• Jamás utilizar agua potable para lavar el patio ni para lavar la banqueta, es una tarea innecesaria
• Lavar el automóvil con una sola cubeta de agua; hay que tomar conciencia que una manguera utiliza 225 litros promedio en 15 minutos (equivalente a 900 litros en una hora)
• Servirse sólo el agua que se van a tomar, jamás tirarla al drenaje
• Mantenerse en la sombra para evitar la deshidratación: el sol es muy fuerte y quema.
Sería maravilloso que al abrir la llave, pensemos en su proveniencia, en su viaje de la presa a nuestras casas. Cada vez que llenamos un vaso con agua para disfrutar el vital líquido, para acabar con nuestra sed, deberíamos considerar su poder de brindarnos vida. Cada mañana es nuestra costumbre bañarnos para estar siempre limpios y fragantes, lo cual es un verdadero privilegio. Cuando vemos el agua correr como en un río, tenemos que tomar en cuenta su majestuosidad. El agua es un verdadero regalo, es un líquido prodigioso, es algo crucial que necesitamos para vivir nuestras vidas. Es muy urgente y necesario respetarla, agradecerla y ser totalmente conscientes de su extraordinaria importancia.
Si piensan ustedes que escribo demasiado seguido sobre el agua, tienen razón. Lo hago porque es necesario repetir el mensaje hasta el cansancio, para inculcar en todos la imperativa necesidad de disminuir nuestro consumo. En estas vacaciones podemos empezar a hacer un esfuerzo. En dos meses más esperamos la temporada de lluvias y esperamos que sea abundante, por supuesto. Sin embargo, como sabemos, no hay garantía absoluta de nada.
Nos toca a nosotros consumir el agua con total conciencia, de ahora en adelante.