La sequía asombrosa que sigue en los estados del norte de nuestro país
La precipitación de mucha lluvia en la ciudad de México la semana pasada que en pocos minutos dejó avenidas y calles principales encharcadas e inundadas
En Rusia unas terribles inundaciones violentas y rápidas que han cobrado las vidas de casi 100 personas.
Inglaterra, que recibió el equivalente de un mes de lluvia en un periodo de sólo 24 horas, causando severas inundaciones y daños impensables; los meses de abril y junio de 2012 experimentaron más lluvia que en cualquier otro año. No es mera coincidencia si para el torneo de tenis de Wimbledon los organizadores construyeron un techo que protege la cancha central en caso de lluvia. Este año se usó casi todos los días, garantizando así el término exitoso del torneo; de lo contrario, todavía seguiría.
En Estados Unidos las temperaturas registradas en Nueva York y en Washington (D.C.) han sido extraordinariamente elevadas. Miles de casos de altas temperaturas han batido récords previos en todo el país: se trata del mes de junio más caliente en toda la historia de esa nación. El gobierno ha tenido que aconsejar a los ciudadanos sobre cómo soportar el calor, qué hacer para no deshidratarse y cómo ayudar a los muchos que carecen de aire acondicionado en sus hogares.
También en Estados Unidos un terrible incendio azotó el estado de Colorado, provocando la muerte de varias personas, la evacuación de cientos de familias y la pérdida total de residencias, como nunca antes se había experimentado en esta zona.
Existen muchos otros casos, pero para efectos de este artículo sirven los ejemplos mencionados para demostrar de manera fehaciente que la vida ya no es igual que antes. Es cierto que siempre ha habido periodos de clima extremoso pero nunca tan frecuentemente. Antes, podíamos decir que cada 10 a 20 años aproximadamente experimentábamos algo extremo, pero ahora el clima nos está infligiendo numerosos eventos extraordinarios y retadores cada 2 a 3 años, cada uno de ellos acontecimientos desastrosos.
Antes hablábamos del cambio climático como si fuera algo que nos esperaba en el futuro y no nos preocupábamos tanto. Pero la verdad indiscutible es que ya lo estamos viviendo, sufriendo, y que ahora tratamos de adaptarnos al cambio climático en todas sus formas: ya sea sequía extrema, lluvia y tormentas violentas, trombas de agua, inundaciones, fríos, intensos calores, devastadores incendios… Ha llegado el momento de preguntarnos: ¿qué nos espera? ¿Qué va a pasar ahora?
Sin duda estamos entrando a una era de peligro en términos climáticos. Sin duda los acontecimientos climáticos van a ser cada vez peores. Sin duda se registrarán nuevos récords cada año. Ésta es nuestra vida, nuestro futuro, y si nuestros gobiernos no hacen nada por reducir las emisiones de carbono al medio ambiente y utilizar fuentes alternativas de energía, no tendremos chance de recuperar nuestras vidas de paz, tranquilidad y bienestar. En la cumbre de Río no vimos mucho que nos pueda dar esperanza… No sé bien qué decirles, pero el hecho es que el clima global es uno de los retos más fuertes y temibles que tenemos hoy en día. Cuídense todos mucho.