Es interesante observar que nuestro cerebro tarda en reconocer que estamos deshidratados, entonces asegúrate de tomar un vaso de agua cada dos horas, por lo menos. “La deshidratación es la pérdida excesiva de agua y sales minerales de un cuerpo. Puede producirse por estar en una situación de mucho calor, ejercicio intenso, falta de bebida o una combinación de estos factores. También ocurre en aquellas enfermedades donde está alterado el balance hidroelectrolítico. Básicamente, esto se da por falta de ingestión o por exceso de eliminación” (http://es.wikipedia.org).
Este último punto es importante porque es precisamente cuando hace tanto calor que solemos enfermarnos del estómago. El polvo contiene bacterias, por lo que es más urgente que nunca lavarte las manos antes y después de tocar comida, siempre. Si sufres de un malestar estomacal, asegura tomar cantidades suficientes de agua y ponte en contacto con tu médico. Esto se aplica sobre todo a los niños que juegan y corren por todos lados y tú como mamá o papá tienes que estar muy pendiente. “Los síntomas de la deshidratación, aparte de la resequedad de las mucosas que provoca la sed, pueden ser: náuseas, falta de fuerza o disminución del rendimiento, fatiga mental y física, y al pellizcar la piel sin clavar la uña se queda la marca” (Wikipedia).
De la misma manera los ancianos, si bien menos activos que los jóvenes, necesitan tomar agua lo cual, a veces, les cuesta mucho trabajo o, sencillamente, se les olvida. Tenemos que estar todos muy alertas mientras que dure el fuerte calor.
Te comparto unas sencillas recomendaciones para aguantar el calor:
• Trata de no salir a la calle durante las horas de mayor calor; si tienes que salir, busca siempre la sombra.
• No te esfuerces demasiado.
• Cuando salgas usa un sombrero y ropa ligera de algodón, manta o lino y de colores claros, de preferencia blanco.
• Toma dos litros de agua diarios, durante el día.
• Evita las bebidas alcohólicas, con cafeína o con mucha azúcar.
• Aumenta el consumo de frutas de verano y verduras.
• Quédate en el lugar más fresco de tu casa y mantén las persianas cerradas cuando les pegue el sol directo.
• Si tienes un cuarto en tu casa que tenga aire condicionado, asegúrate que estén cerradas la puerta y las ventanas antes de encenderlo.
• Asegura que tu refrigerador esté en buen estado y enfriando bien; no dejes la comida afuera porque se echará a perder muy rápidamente.
Es ahora cuando el agua escasea y, paradójicamente, cuando más la necesitamos, no sólo para nosotros y nuestras necesidades personales sino también para mantener las plantas y los árboles con vida. De nuevo te pido reciclar el agua de las regaderas o la lavadora para regar las macetas: si esa agua se va directo al drenaje, su uso para regar se desaprovecha, cuando es una excelente fuente de agua para las plantas.
Por último, utiliza un buen bloqueador solar para tu cara, brazos y piernas, o sea las partes del cuerpo más frecuentemente expuestas a los rayos del sol. La tentación por supuesto es nadar en la alberca y Cuernavaca es una ciudad con muchas de ellas. Toma nota que las mejores horas para nadar son temprano en la mañana o bien en la tardecita, cuando el sol ya ha bajado. También hay que cubrir a los niños con bloqueador e insistir que naden con una playera puesta para proteger del sol sus hombros y espalda.
Esperemos que las lluvias lleguen a tiempo este año y que sean abundantes. De tal manera, sólo tendremos que aguantar el mes de mayo con tanto calor.