En medio de todas las malas noticias que dominan nuestras vidas actualmente, este renacimiento de la vida debería elevarte el corazón y motivarte a pensar positivamente y a planear nuevos proyectos. Dicen que con la edad viene la sabiduría y a veces quisiera que cuando niña hubiese sabido apreciar la naturaleza tanto como ahora. Es importante compartir con nuestros hijos y nietos el respeto hacia las plantas y los árboles, los pájaros y los peces, los insectos y los animales, sobre todo porque hay especies de fauna y flora que están en peligro de extinción, no sólo en México sino en cada país del mundo.
Una palma real que se secó hace mucho tiempo en mi jardín cayó anoche con la lluvia. Cayó con una gran explosión de ruido, arrastrando consigo una rama de otro árbol que se encontraba, desafortunadamente, en su camino. Fue impresionante ver cómo el tronco ya estaba totalmente hueco y se había doblado desde su base, ya que sus débiles raíces ya no lo pudieron detener. Además, con las lluvias el tronco estaba saturado y pesado. Ese tronco seguramente vio mucha vida en su interior con el paso de los años, entre insectos, animales y pájaros, que ni siquiera puedo imaginar ni adivinar. Todo lo que pasó dentro del tronco allí quedó. Lo que sí sé es que fue el hogar de dos familias de pericos verdes gracias al hoyo que dejó anteriormente un pájaro carpintero.
Te recuerdo que los árboles nos dan vida a través del oxígeno que producen y es nuestra buena fortuna estar rodeados de ellos en Cuernavaca y todo el estado de Morelos. Los tenemos que cuidar y proteger. Algunos se van a secar, es natural, y donde cae uno crecerá otro. Estoy segura que nacerá otra palma en el mismo lugar en mi jardín, es inevitable: la naturaleza es muy sabia. Como dijo en alguna ocasión Carlos Monsiváis, quien desafortunadamente falleció hace unos días: “No se puede detener el mundo, pero sí se puede cambiar los métodos de sistemas de explotación… (L)a idea actual de extinguir la naturaleza… me parece intolerable. El caso de Brasil me parece lo peor, con todo lo que ha pasado en el Amazonas” (www.elhablador.com/entrevista15_monsivais1.html).
Es nuestra tarea cuidar la naturaleza en todas sus manifestaciones y ahora es un excelente momento para retomar el tema dado que con la lluvia todo está creciendo a una velocidad sorprendente y no hay manera que no lo hayas notado. No podemos detener el mundo o el paso de los días, ni la naturaleza ni el movimiento planetario, y ¡qué bueno que no! Lo que sí podemos hacer es aprender a protegerlo, actuar en su favor, hablar abiertamente si estamos en contra de proyectos que impliquen la tala de árboles viejos y grandes, o nuevos y apenas creciendo.
Promover el cultivo y la protección de los bosques se considera la manera más económica de reducir los niveles de dióxido de carbono en el ambiente; por lo tanto debemos ser más conscientes, exigentes y estrictos para que nuestro deseo por contar con mejores autopistas y sistemas de transporte no deje de lado nuestra necesidad más básica: el oxígeno. Una de las muchas cosas urgentes que necesitamos hacer es declarar áreas de bosque, en todos los estados del país, como reservas ecológicas, cuidadas por personal capacitado, donde estaría prohibido construir casas o autopistas.
El ataque a la naturaleza, en específico los árboles, es intolerable y nadie debe aceptar tal situación. Abre bien tus ojos y tu mente y aprende a apreciar toda la naturaleza extraordinaria que te rodea. Es el regalo de la vida, de tu vida.