Representantes de más de 190 naciones asistirán a este congreso, con el fin de llegar a un nuevo acuerdo global sobre el cambio climático. En específico, el objetivo será reducir las emisiones de carbono a la atmósfera de manera tajante, con el propósito de disminuir la velocidad del cambio climático. Detrás de esta necesidad urgente hay un hecho contundente: si seguimos como vamos, el cambio climático será desastroso para la vida sostenible en nuestro planeta. Si se logra un nuevo acuerdo, si los gobiernos realmente hacen un esfuerzo, si los políticos empiezan a actuar con responsabilidad, si no sólo firman el acuerdo sino que se comprometen cien por ciento a un programa de acción proactiva, entonces habrá una poca de esperanza.
Los científicos ya nos han advertido que la cantidad de emisiones de carbono lanzadas al ambiente sigue todavía en aumento y que pronto nos pondrá en una situación de calentamiento global catastrófico e irreversible. Desde hace tiempo hemos sabido que un aumento de temperatura en promedio a nivel global de 2°C es difícilmente controlable. Sin embargo, sí seguimos produciendo tantas emisiones, veremos aumentar la temperatura no sólo por 2°C, sino por 5°C. Un aumento tan desmesurado traerá consigo consecuencias difíciles de imaginar y soportar. El uso continuo de combustibles fósiles es el problema y eso es lo que tenemos que detener, a como dé lugar.
Ya existen algunos compromisos: la Unión Europea bajará sus emisiones en un 40% para el año 2030, los Estados Unidos en un 28% para 2025. China, el país que extrae más carbón de la tierra, también dice que después de 2030 sus emisiones deberían disminuir. Otros países todavía no se han comprometido, incluyendo países como la India.
Como es costumbre, hay muchos obstáculos en el camino para llegar a un acuerdo que verdaderamente nos dé esperanza. Los países más pobres insisten en que los países más ricos les ayuden financieramente para permitirles lograr un desarrollo adecuado de energías limpias; existe mucho desacuerdo en cómo manejar este tema de la mejor manera.
Previo a la conferencia de diciembre la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ya está trabajando para advertir e influir en los gobiernos, en un esfuerzo serio para insistir que cada país llegue a París ya preparado y con sus metas de desarrollo sustentable bien definidas. Así, el tiempo del congreso será mejor aprovechado, en teoría.
Es relativamente fácil para un país firmar un papelito. Sin embargo, es mucho más difícil poner en práctica las buenas intenciones. Sí, los países están desarrollando sus parques eólicos; sí, el costo de instalación de paneles solares es cada vez más accesible; y sí, ahora tenemos la opción de comprar un automóvil eléctrico. Pero eso no es suficiente, tenemos que cancelar los planes para sacar gas natural a través del fracking, nos urge reducir nuestra dependencia del petróleo, es primordial dejar en la tierra el carbón y ya no utilizar tantos combustibles fósiles...
Si no vemos un compromiso auténtico de parte de los 190 países y un convenio obligatorio como resultado del COP21 en París, la próxima navidad prometerá ser muy triste.