Hemos aprendido a vivir con la malaria o el paludismo, como se le conoce por aquí. Sin embargo, ya hay nuevos peligros que tienen nombres extraños y exóticos: dengue, chikungunya y zika. ¿Qué son? Son enfermedades, propagadas por ciertos moquitos, que producen un alto nivel de malestar, fiebres y dolores de cabeza y de cuerpo, entre otros síntomas. Hay que temer el zika por razones adicionales: las mujeres embarazadas corren el riesgo de producir niños con microcefalia si contraen zika durante el periodo de gestación.
Es muy posible que nos estén llegando estas enfermedades debido al cambio climático. El virus del zika fue identificado por vez primera en África, pero ya ha llegado a América Latina. El año pasado tuvieron temperaturas muy altas en Brasil, Ecuador y otros países latinoamericanos, creando así las condiciones perfectas para la crianza del mosquito transmisor del zika. También el año pasado hubo muchas tormentas violentas, inundaciones y sequía en la zona – como resultado del cambio climático– que probablemente dieron lugar al brote y a la propagación de nuevas enfermedades infecciosas. Los sistemas de salud pública son deficientes en muchos casos y no pueden responder debidamente. Por eso la situación tiende a empeorar.
No sólo necesitamos temerle al mosquito sino también a las pulgas, las garrapatas y otros insectos transmisores de enfermedades. Es muy importante, entonces, asegurarnos que no dejemos agua en recipientes tanto fuera como dentro de la casa. Unas gotas de agua son suficientes para atraer el mosquito, que pone sus huevecillos y en poco tiempo emergen adultos listos para llevar a cabo su corta vida.
El ciclo de vida del mosquito es eficiente y rápido, dividido en dos etapas. La primera es la fase acuática que dura aproximadamente siete días, que empieza cuando el adulto deposita sus huevecillos en el agua. Luego se convierten en larvas y después en una fase conocida como pupa. La segunda etapa es la fase aérea o de adulto, cuando emerge del agua el mosquito y empieza a volar. Todo el proceso se lleva a cabo en unos 10 a 14 días, dependiendo de las condiciones climáticas. El problema se complica porque los huevecillos soportan el desecamiento hasta un año. Con las primeras lluvias continúa su ciclo de vida y de nuevo los mosquitos aparecen como por arte de magia.
Con temperaturas más altas y periodos de calor más largos, el mosquito se multiplica con mayor facilidad. “El virus del Zika fue declarado esta semana como una emergencia de salud pública internacional por la Organización Mundial de la Salud (OMS). El control de su transmisión se ha convertido en un gran desafío para los gobiernos de América Latina” (http://www.un.org/spanish/News), declaró el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos la semana pasada. Por lo tanto, es muy importante seguir las instrucciones con el fin de evitar la propagación de los mosquitos. Evita dejar agua en recipientes cualesquiera, floreros y en pisos desiguales. Aplica repelente para insectos todos los días, cierra las puertas, revisa los mosquiteros de las ventanas, que no tengan hoyos, y sé muy consciente de este nuevo peligro porque al contraer el zika vas a sufrir bastante. No es una enfermedad de riesgo vital, pero sí es peligrosa para las mujeres y los bebés no nacidos, según lo que nos están informando tanto los medios de comunicación como las Naciones Unidas. A cuidarse mucho, todos.
