Los diez carriles de lo que se conoce hoy como el Paso Express ya están a la vista de todos. Son para mí un monumento al cemento y al concreto: No sólo la superficie de la autopista está hecha de concreto, sino que además la vía está totalmente enmarcada por muros de cemento. Es como una carretera sin salida. Es un camino rápido, demasiado rápido, y yo tiemblo por la seguridad de todos nosotros.
No sabía que existía una página web para el Paso Express, pero sí la hay. Conócela: http://pasoexpress-cuernavaca.com. Al parecer, sus beneficios son varios: “Aumentar la seguridad de los usuarios, para reducir el riesgo de accidentes en esta carretera por las características físicas actuales de la superficie de rodamiento, así como de las dimensiones del carril y acotamientos. Ser una vía de mayor velocidad de operación que ayude a impulsar el crecimiento de las actividades comerciales entre los municipios ubicados en ésta (sic) zona”.
Hasta ahora la construcción del Paso Express ha causado aproximadamente 150 colisiones, que han resultado en un elevado número de lesionados y de muertos…
Por razones que desconozco, la propuesta de construir sólo ocho carriles, lo que permitía un espacio para reforestar la zona, fue negada rotundamente. Lo que no se encuentra en la página web es una consideración hacia el medio ambiente. Con los muros de cemento ya no hay dónde plantar árboles, lo cual demuestra una gran falta de atención por parte de las autoridades para la reforestación de la zona. Al parecer, no se tomó en cuenta... Afirma el sitio que la obra es “amigable con el medio ambiente” y que habrá una “disminución en la emición (sic) de gases contaminantes al generarse un tránsito continuo”. Pero no hay mención ni de los árboles que talaron ni de los árboles que supuestamente van a plantar. Es sencillo: no lo tomaron en cuenta, en lo absoluto.
Como siempre, la tarea es de todos nosotros. Nosotros tendremos que plantar muchos árboles. Si no nos es posible al lado del Paso Express, entonces habrá que hacerlo en otras partes, en donde nos sea posible, para compensar los miles de árboles que ya perdimos allí.
Reitero mi llamado por manejar con mucha precaución durante este periodo tan difícil, no sólo en la autopista sino en todas las calles de nuestro estado. Además, es muy importante tomar las cosas con calma, ser respetuoso de los demás conductores, ceder el paso donde se tiene que ceder y permitir el paso de peatones y bicicletas. No hay que enojarse ni molestarse; no se llegará más rápido al manejar con agresividad e imprudente velocidad. Aconsejen a sus hijos que hagan lo mismo. Todos tenemos que salir más temprano de nuestras casas y manejar con cuidado para llegar con bien a nuestros destinos.
Lo más importante es decidir dónde vamos a plantar nuestros árboles. Un árbol por cada familia, para contribuir a reemplazar los muchos que fueron talados. Si todos nosotros plantáramos un árbol, podríamos hacer algo positivo por nuestro bienestar sustituyendo lo que nos fue arrebatado, en un esfuerzo por borrar las malas decisiones y los abusos. Plantar árboles en nombre de los que han perdido la vida en la construcción de este famoso Paso Express será un gesto significativo e importante, en nombre también del ecocidio que actualmente sufre Cuernavaca.