Sin embargo, a la Comisión Federal de Electricidad no le preocupa la salud de la población ni el peligro de desatar epidemias o cerrar lugares públicos como escuelas al dejarlas sin el líquido hasta por semanas enteras.
Existe un adeudo por consumo de energía eléctrica que no se puede negar, pero también se ha hecho público que se lograron acuerdos para garantizar el abasto de agua a la ciudadanía, por lo que resulta poco claro que vuelvan a ocurrir las represalias.
La Comisión Federal de Electricidad debe explicar con amplitud la motivación de sus acciones contra la población de Cuernavaca para evitar aparecer como el villano de la triste historia, que quizá no por casualidad no se da con esa magnitud en ningún otro lugar de la entidad.