El legislador tiene en su haber un incidente en que apuntó con un arma de fuego a un trabajador de los medios de comunicación, además de que uno de sus empleados agredió -en otro caso- a una reportera, con la complacencia del jefe.
Sin embargo, a esos mismos que agrede es a los que necesita para hacer llegar los mensajes que le ordenan dar. Y ni así se da cuenta del tamaño de las ofensas que infringe al gremio, aunque no puede dudarse que ese sea su comportamiento ante todo el mundo.
Por lo pronto, seguramente en el PRI nacional tiemblan de miedo ante la estatura de semejante personaje.