En el auge del panismo la enseñanza privada vivió su edad de oro y la educación se convirtió en un buen negocio, pero la proliferación de escuelas provocó que muchas incumplieran los requisitos oficiales para dar validez oficial a los estudios que allí se impartían.
El daño fue tan grave que las autoridades han trabajado para frenar esa situación y ya es posible validar el cumplimiento de los requisitos básicos en cada escuela pública y privada, lo que evitará que escoger carrera sea una apuesta al azar. De esa manera la preparación académica podrá mantenerse como una escalera para el acenso social y económico de los jóvenes.