A lo largo y ancho de la entidad, los mantos freáticos han descendido considerablemente lo que, sumado a los problemas estructurales de operación, hace que decenas de miles de personas tengan en estos momentos graves problemas de abasto de agua.
En otros tiempos en que ni siquiera se invocaba al cambio climático, se daban auténticas batallas con agua por calles y poblados de Morelos.
Desafortunadamente y por falta de previsión, todo eso debe ser historia, porque hoy corresponde ahorrar no sólo paras las futuras generaciones, sino incluso para las actuales.