Esa intención nace de crear las condiciones para la fabricación masiva, pero se contrapone a la tradición de décadas de que cada escuela se distingue y se reconoce por su uniforme, que rara vez sufre cambios, lo mismo en el estilo que en sus colores.
Eso es algo para lo que no hubo previsión peor que no es un asunto menor, pues hablamos de una identidad forjada a través de décadas y que es consustancial a otro tipo de logros de cada plantel.