Sin embargo, hay que recordar que su labor en las oficinas es primordial para el buen funcionamiento de ese instituto.
De ahí que una escalada en sus protestas terminaría por afectar a los trabajadores de la educación y al público que se ve en la necesidad de acudir para resolver problemas y atender diversos asuntos.
Lo de ayer fue apenas un aviso. Lo ideal es que no se deba llegar a otras medidas que terminan por afectar a terceros que nada tienen que ver con esta problemática.