Entre esas acciones se contempla aumentar los señalamientos, habilitar vigilancia de patrullas de la Policía Federal y colocar espacios desde los cuales los cuerpos de emergencia puedan acceder a prestar auxilio a los carriles centrales.
Sin embargo, es necesario que además de esas medidas se abran esos carriles centrales al tráfico desde los carriles laterales.
El paso exprés ha provocado intensos embotellamientos en la salida sur de Cuernavaca que afectan a cientos de miles de personas todos los días. Además, abrir el acceso en dirección norte mejorará el tráfico local. Una obra tan costosa en dinero y en daño social no puede estar vedada a la mayor parte de los conductores de vehículos.