Finalmente el lunes comenzará a operar el fondo de rescate para auxiliar a aquellos alcaldes en riesgo de destitución por el impago de laudos.
Una situación que nunca pareció inmanejable de repente se salió de control y puso en riesgo la estabilidad política de los municipios.
La situación aún no se resuelve pero se ha dado el primer paso para su arreglo, quizá definitivo, siempre y cuando se neutralicen las causas que provocaron éste desastre.
Si los alcaldes mantienen su costumbre de despedir empleados para dar trabajo a sus amigos, la situación seguirá.