El pirataje en el servicio de taxis es un problema añejo en las regiones conurbadas de Morelos. En el pasado, funcionarios y líderes del gremio se coludieron para poner en circulación -bajo diversas circunstancias y en considerables cantidades-, permisos cuyos derechos no han dejado de reclamar sus beneficiarios.
El fenómeno creció y los transportistas llevaron incluso a los tribunales sus reclamos de regularización de un servicio que siempre han prestado de manera ilegal.
Ahora, son los acaparadores de esos permisos (y explotadores de choferes) quienes reclaman toda clase de derechos para obtener las concesiones que son resultado del mecanismo para combatir el servicio irregular.