La renovación y modernización de los parques vehiculares del transporte público en el estado es una necesidad de siempre. De dicha responsabilidad han pretendido deslindarse los transportistas, pero esa es una obligación legal.
En la coyuntura del proyecto del Morebús -que operaría el próximo año, según las estimaciones de las autoridades estatales-, la inquietud de los concesionarios del transporte colectivo estatal es competir con las unidades articuladas que contempla el proyecto oficial, para lo cual requieren invertir, lo que por mucho tiempo se han negado a hacer.
Los transportistas locales no han hecho más que esperar que sea el gobierno del estado quien subsidie la modernización del servicio (y reordene un servicio caótico), a pesar del último incremento autorizado –en enero pasado- en el pasaje.
Ahora, nuevamente quieren salirse con la suya.