Al menos por homenajear la memoria de su hija, la nueva alcaldesa de Temixco debe poner orden en las finanzas y en la estructura de personal del Ayuntamiento, que ha sido botín de los grupos políticos que existen en ese sufrido municipio.
Actualmente el grueso del presupuesto apenas alcanza para pagar la inflada nómina que se integra no por méritos o necesidades, sino por recomendaciones y compadrazgos.
Temixco está compuesto no por el privilegiado grupo que vive de la alcaldía, sino por cientos de miles de personas que actualmente no tienen derecho a mejores condiciones de vida.
Restablecer los servicios y emprender las obras básicas de infraestructura debe ir de la mano del saneamiento financiero de ese municipio.