El presidente Enrique Peña Nieto dijo que no había acudido a Jojutla a tomarse la foto, sino a resolver los problemas causados por el sismo, y en ese contexto ofreció entregar recursos para la reconstrucción de viviendas y la capitalización de los negocios afectados.
Eso abre una importante esperanza para las decenas de miles de damnificados de al menos 15 municipios. Muchos de ellos lo perdieron todo y hoy no sólo viven a la intemperie, sino que carecen de ingresos.
Sólo falta que la condición impuesta por el presidente para la entrega de los recursos –la realización de un censo de víctimas– se realice con agilidad para no prolongar el sufrimiento de quienes aspiran a ser beneficiados.
Si los apoyos prometidos se cumplen, Morelos ahorrará muchos de los años que se requieren para recuperarse de una tragedia de la magnitud de la que vivimos el martes.