Los especialistas han confirmado que en las próximas horas bajará aún más la temperatura, algo habitual en esta época del año pero que sin embargo viene a aumentar las penalidades de las miles de familias que perdieron o vieron dañado su hogar el pasado 19 de septiembre.
Los campamentos de damnificados son una solución parcial al problema causado por el derrumbe de viviendas, pero no ofrecen la protección necesaria ante el frío o el calor extremo.
Reconstruir los inmuebles dañados no es una tarea sencilla, sin embargo, es urgente comenzarla.
Por lo pronto, otra vez la solidaridad de los morelenses debe acudir en ayuda de los damnificados, a fin de dotarlos de la ropa de abrigo básica y de todo aquello que les permita dignificar sus condiciones de vida.