Cada día más escuelas públicas reinician actividades luego de los daños sufridos por el sismo del cada vez más lejano 19 de septiembre.
Sin embargo, el paso del tiempo permite ver la complejidad de las tareas necesarias para recuperar la normalidad, especialmente en la educación, dado el alcance de los destrozos y la pérdida total de muchas escuelas.
Justo ahora es cuando se requiere de la participación de toda la sociedad para lograr la normalización de clases y la afectación del año escolar.
Indudablemente, los profesores del sistema público deberán aportar más de lo que esperaban, por lo que podemos considerar egoístas las voces del gremio que desde hace semanas claman por sus vacaciones completas de fin de año, como si no se tratara de una emergencia como la que nos afectó.
Claro, los padres de familia tienen un importante papel qué jugar. Por ejemplo, aprovechar los tiempos que hoy pierden sus hijos conectados a las redes sociales o a otras actividades de ocio que deben ser cambiadas por momentos para el aprendizaje.
Todas las partes involucradas en la enseñanza deben aportar para una más rápida normalización.