Las organizaciones que agrupan a los productores de caña de la zona de abasto del Ingenio Emiliano Zapata desde hace tiempo han demostrado que sólo lucran con sus representados, porque no les ofrecen ningún beneficio.
Además de no rendir cuentas del dinero que manejan, han demostrado su ineficiencia en la operación de la zafra, pero este año las cosas son peores, porque ni siquiera comienza el ciclo de la molienda y ya se han siniestrado al menos 600 toneladas de caña.
Eso significa que han sido quemadas antes de que estén listas para el corte, lo que baja significativamente el precio que se paga por ellas y repercute en el precio final por tonelada que reciben los productores.
Eso socialmente tiene grandes repercusiones por lo extenso del cultivo y su aportación económica a la entidad, incluidos los empleos directos que aún quedan en la empresa que opera el ingenio, por lo que es necesario corregir el rumbo, en beneficio de decenas de miles de personas..