Los autos particulares deben invertir ahora miles de pesos para mantener su derecho a circular sin multas derivadas de la contaminación de sus motores, pero las unidades de servicio público han logrado operar sin cumplir con semejante requisito, que tiene que ver con la salud ambiental de la entidad.
Ahora los concesionarios a través de uno de sus dirigentes han manifestado su oposición activa a que sean multados por contaminar.
Por si fuera poco, se dan en lujo de amenazar con movilizaciones y protestas.
No cabe duda que es necesario aplicar, aquí y en todos los casos, lo que dice la ley.
Las secretarías de Movilidad y Transporte y de Desarrollo Sustentable tienen la palabra.