Ayer se anunció que el fatídico paso exprés será reabierto en su totalidad el próximo domingo.
Sin embargo, la reparación de la zona donde un socavón terminó con la vida de dos personas no es el fin de esa historia, porque quedan decenas de fallas por remediar.
El “fresado” de la superficie de rodamiento no se ha explicado suficientemente a pesar de que parece constituir un grave riesgo de accidente, ya que las líneas de los cortes que allí fueron hechas provoca un bamboleo de los vehículos.
Otras zonas con coladeras en desnivel o faltas de señalización deben arreglarse, pero sobre todo las áreas cuyas cimentaciones están en duda, como en la zona del parque Chapultepec.
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes debe explicar además el elevado sobreprecio que se pagó por la obra, que además es de mala calidad.
El agravio con esa edificación no fue sólo para los morelenses _los más afectados- sino para los ciudadanos de todo el país.