Según el reporte oficial, la temporada de incendios del año pasado se cerró con 228 casos que afectaron tres mil 406 hectáreas, principalmente en Tepoztlán, Huitzilac, Cuernavaca y Tlalnepantla”.
De enero a la fecha, de los 32 incendios que se ha n presentado, 21 están relacionados con las actividades agrícolas.
Esto quiere decir que si las quemas relacionadas con desmonte, pastoreo y preparación de la siembra se hubieran realizado con el cuidado requerido, a estas alturas apenas contabilizaríamos 11 incendios, la tercera parte de un dañino total que seguirá creciendo.
No se ha hecho una cuantificación exacta de lo que significa en términos de dinero y daño social la pérdida de la floresta, pero las condiciones climáticas que se avecinan hacen prever que sin una acción decidida de los cuerpos especializados una parte importante de la riqueza natural estará en elevado riesgo.