Ayer los diputados locales corrigieron la ley para dejar fuera de la entrega de los vales de despensa a aquellos jubilados del gobierno estatal o de los municipios que perciben elevadas sumas mes a mes por el resto de sus días.
La medida es simbólica pero contribuye a un reparto más equitativo de esa prestación entre quienes sí lo requieren.
Sin embargo, se mantiene una desigual situación social por la mera obligación de pagar exageradas pensiones a quienes en su momento fueron funcionarios de alto nivel, a pesar de que por su edad estaban en condiciones de seguir laborando.
Ellos son los que han acabado por quebrar el sistema de pensiones y no aquellos que por derecho propio ganaron esa prestación en el desempeño de un humilde puesto en la administración pública.