Se ha hecho costumbre que al final de cada periodo de verificación vehicular ocurran terribles embotellamientos en la avenida San Diego, una de las más importantes de la ciudad de Cuernavaca, debido al funcionamiento ilegal de un verificentro que incumple numerosas disposiciones urbanas pero que opera gracias a la corrupción.
A pesar de los accidentes que ese lugar ha ocasionado y de las numerosas protestas de los vecinos de la avenida, se ha impuesto la ilegalidad.
Sin embargo, los afectados –que incluye lo mismo a quienes viven en la zona como a quienes debe usar la avenida para llegar a su destino- han afirmado que no permitirán más abusos, lo que, si no se atiende, puede llegar a provocar conflictos sociales que se salgan de control.