Tal y como se señaló aquí, los cabildos morelenses fueron cómplices de las reformas constitucionales que el Congreso local realizó a espaldas del pueblo. La semana anteriores, el Congreso proclamó la entrada en vigor de varias modificaciones a la carta magna que hablan de la prepotencia de los legisladores, pero sobre todo del exceso de hipocresía con la que se han conducido.
En la justificación de la reforma que elimina el método de “afirmativa ficta” para aprobar modificaciones a la Constitución, los legisladores señalan que eso había propiciado excesos, sin señalar que ellos eran los autores de los mismos.
Por lo pronto, la ahora evidente complicidad de los integrantes de los cabildos ha hecho que sea difícil –pero no imposible-. Revertir los cambios constitucionales que la agonizante Legislatura nos deja como costosa herencia.