Corresponderá ahora a la Universidad Autónoma del Estado de Morelos hacer lo necesario para reponer clases, investigaciones y procesos, luego del fin de la larga huelga (35 días) sostenida por el sindicato de trabajadores académicos.
El arreglo tuvo como objeto rescatar las actividades sustantivas de la institución, en el entendido de que no resuelve el problema de fondo que se enfrenta.
Las autoridades federales han demostrado poco interés por la suerte de esta y otras nueve universidades públicas en problemas, por lo que es necesario esperar a que la actual administración se extinga para tratar con sus relevos.
El problema es que aún hacen falta 36 días para que eso ocurra.
La educación superior debería ser una prioridad social, pero el gobierno saliente evadió responder a los grandes problemas del sector y deja una herencia cuestionable.