La creación de varios municipios indígenas se ha convertido ya en un quebradero de cabeza. Aunque entrarán en vigor hasta el primer día de enero, parte de sus habitantes desde hace meses provocan todo tipo de protestas e incluso el cierre de carreteras importantes.
La propuesta de transformar en municipios a las comunidades indígenas de Xoxocotla, Coatetelco, Hueyapan y Tetelcingo vino de los intereses electorales de Graco Ramírez, que buscaba todos los votos posibles para su partido en 2018.
La respuesta contundente de la sociedad fue un rechazo total al graquismo, pero las consecuencias de los actos del ex gobernador siguen vivos y provocan enormes problemas.
Los municipios indígenas son ya –antes de nacer- fuente de excesivos conflictos, que seguramente crecerán una vez que esas comunidades cambien de categoría, en un proceso demasiado avanzado como para ser echado atrás.
Los diputados, que tienen la llave para revertir mucha de la pesada herencia recibida, tienen que esforzarse más para poner orden y recomponer el dañado estado de cosas que dejó el PRD.