Las autoridades municipales de Zacatepec y Puente de Ixtla han dejado a su población, intencionalmente, sin el servicio de agua potable.
La combinación de morosidad de los usuarios con la irresponsabilidad oficial llevó a un escenario en que el citado servicio se suspendió en su totalidad para decenas de miles de personas, lo que ha creado potenciales focos de epidemias y ha afectado las actividades productivas.
En ambos casos los alcaldes han sido omisos, pues se deslindaron de esa responsabilidad que, sin embargo, deben asumir, ya que no hacerlo implica incluso responsabilidades de tipo penal silos gobernados así las plantean.
Ambos Ayuntamientos han sido repetidamente señalados de haber incurrido en manejos inadecuados de los recursos públicos, por lo que quizá ese podría ser el verdadero origen del problema.