El fiscal anticorrupción Juan Salazar Núñez considera que revelar datos de su expediente (en torno a que incumple con el requisito de aprobar el examen de control de confianza) atenta contra la seguridad nacional, además de atribuir su inacción a los actuales diputados, pese a que él está en el cargo desde hace tres años y no ha obtenido resultados relevantes.
El funcionario dice que no ha iniciado procesos contra ex funcionarios graquistas porque no se le han aportado pruebas, pero no menciona que él mismo fue funcionario graquista y por lo mismo vive con un conflicto de intereses muy evidente.
Mientras tanto, los legisladores hacen todo lo posible por dejarlo en el cargo, pues la postura que Morena asumió quizá no esté lo suficientemente explicada pero parece encaminada a que las cosas sigan igual.
Y a todo eso queda el riesgo de que ese fiscal y su jefe el titular de la Fiscalía General del estado logren permanecer varios años más en el cargo mediante amparos que errores incluso de forma en el procedimiento pueden propiciar.