Las organizaciones de todo tipo que se habían acostumbrado a ser financiadas por el gobierno federal parecen no entender la dinámica impuesta por el nuevo gobierno, que desde el primer día avisó que los subsidios sociales se entregarán de forma individualizada y no ya a través de intermediarios.
Sin embargo, en las calles de Morelos padecemos varias veces a la semana las protestas de grupos que exigen mantener las cosas igual.
“Bajar recursos”, como se le llama ahora a los trámites de gestoría, resultó muy redituable para todo tipo de organizaciones, especialmente para las que se ligaron al anterior gobierno federal.
Sin embargo, ahora que se supone que las cosas son de otro modo, es injusto que los ciudadanos paguen las consecuencias de un aferramiento al dinero público que ya carece de sustento.