El saqueo realizado por funcionarios del sexenio anterior superó cualquier grado de inmoralidad que podamos imaginar. Lo mismo se lucró con la ayuda a los damnificados por el sismo –con todo y el escándalo nacional por el robo de las despensas enviadas como ayuda desde todos los rincones del país- que con los recursos destinados a la salud o a la educación.
Tal es el caso de los desvíos de recursos detectados en el Instituto de la Educación Básica del estado de Morelos, dinero especialmente destinado a la formación de las nuevas generaciones terminaron en la manos del ex gobernador y sus funcionarios cómplices.
No se tentaron el corazón para sus actos de rapiña, por lo que esperemos que lo mismo suceda cuando se les persiga por todos esos actos.