De inusual puede considerarse la reacción de los vecinos de la colonia Teopanzolco ante la proliferación de vendedores ambulantes amparados por la CTM.
Normalmente los ciudadanos vemos con indiferencia como diversas agrupaciones de “protección” se apoderan con sus afiliados de calles, banquetas y plazas públicas, aunque pongan en peligro a los peatones y dañen la convivencia ciudadana.
Esa actitud pasiva se ve a lo largo y ancho del estado, lo mismo ante vendedores informales que ante transportistas que usan las calles y lugares públicos como base o sitio.
Lo ocurrido en la colonia Teopanzolco de Cuernavaca habla de que los vecinos deben recuperar su carácter de ciudadanos con plenos derechos (y las obligaciones inherentes) para recuperar lo que es de todos.